Pensamiento

 

PADRE PIERINO: El aislamiento no lo ha creado Dios porque incluso en los pecadores, con el remordimiento de conciencia, Él deja su presencia.  Es el maligno que primero se vuelve artífice del aislamiento y luego protagonista de la solución, mediante la mundanidad.

 

L’isolamento non l’ha creato Dio perché anche nei peccatori, col rimorso della coscienza, Egli lascia la sua presenza. È il maligno che prima diventa artefice dell’isolamento e poi protagonista della soluzione, mediante la mondanità.

 

PADRE PÍO:

 

Fortalécete con el sacramento eucarístico. En medio de tantas desolaciones no deje tu alma de cantar frecuentemente a Dios el himno de la adoración y de la alabanza. Vive siempre alejada de la corrupción de la Jerusalén carnal, de las asambleas profanas, de los espectáculos corruptos y corruptores, de todas esas sociedades de los impíos.

Dispón tus labios, como hizo el divino Redentor, y sigue bebiendo con Él las negras aguas del Cedrón, aceptando con piadosa resignación el sufrimiento y la penitencia. Atraviesa con Jesús este torrente, sufriendo con constancia y valentía los desprecios del mundo por amor a Jesús. Vive recogida, y toda tu vida quede escondida en Jesús y con Jesús en el huerto de Getsemaní, es decir, en el silencio de la meditación y de la oración. No te asusten ni la oscuridad de la noche de la humillación y de la soledad ni el aumento de las mortificaciones. Siempre adelante, adelante, Raffaelina; la amargura del torrente de la mortificación no te detenga. La persecución de los mundanos y de todos los que no viven del espíritu de Jesucristo no te aparten de seguir ese camino que han recorrido los santos. Corre siempre por la pendiente del monte de la santidad y no te desanime el sendero escabroso. Sigue caminando junto a Jesús, y si, siguiéndole a Él, estás a salvo de todo, es también muy cierto que triunfarás, como siempre, en todo.

(4 de agosto de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 470)

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